http://www.sinpermiso.info/textos/los-eeuu-se-quedan-cortos-de-talla
Así que, ¿qué nos dice el actual descenso de talla?
Por lo común, hay una estrecha correlación entre el ingreso per capita y la talla promedio de un país. Conforme a ese criterio, los estadounidenses deberían ser más altos que los europeos: el PIB de EEUU es más elevado que el de cualquier otra economía grande. Pero, desde mediados del siglo XX, algo ha causado que los norteamericanos crezcan más ricos, sin aumentar significativamente de talla.
No se trata de un cambio en la mezcla étnica de la población a causa de la inmigración: el estancamiento de la talla norteamericana es evidente aun restringiendo la comparación a los blancos nativos no hispánicos.
Y aunque el artículo Komlos-Lauderdale sugiere que uno de los culpables podría ser un ingreso creciente acompañado de desigualdad social, como los mismos autores no se privan de señalar, incluso entre los norteamericanos de viso desciende la talla media: "los norteamericanos ricos son más bajos que los ricos europeo-occidentales, y los norteamericanos blancos pobres son más bajos que los europeos occidentales pobres".
Aparentemente, nos quedan dos posibles explicaciones de la diferencia de tallas.
Una es que EEUU se ha convertido realmente en una "Nación de Comida Rápida".
"Los niños norteamericanos", escriben Komlos y Lauderdale, "consumen más comida preparada fuera de casa, más comida rápida rica en grasas, de elevada densidad energética y baja en micronutrientes esenciales, que los niños europeos".
Nuestra dependencia de la comida rápida refleja, a su vez, la falta de tiempo dedicable a la vida familiar, porque trabajamos demasiado: el PIB per capita de EEUU es elevado gracias, en parte, a que los asalariados norteamericanos trabajan muchas más horas que sus colegas europeos.
Una explicación más amplia sería que los EEUU actuales son una sociedad que, por una variedad de motivos, no se ocupa demasiado bien de sus niños. Hace poco, la UNICEF publicó un informe en que se comparaban unas cuantos indicadores de bienestar infantil en 21 países ricos, entre ellos, la salud, la seguridad, las relaciones familiares y con chicos de la misma edad, y cosas como si los niños comen fruta y tienen actividad física. El informe colocaba a Holanda en cabeza; desde luego, los holandeses son ahora el pueblo más alto, con casi 8 centímetros más de promedio, que los blancos norteamericanos no hispánicos. EEUU figuraba en el puesto vigésimo, por detrás de Polonia, Portugal y Hungría, pero por encima de Gran Bretaña.
Cualquiera que sea la explicación completa del déficit norteamericano de talla, nuestra estatura relativamente baja, como nuestra baja esperanza de vida, sugieren que algo anda mal en nuestro modo de vida. Un europeo crítico podría decir que EEUU es un país de padres con prisa y de hijos descuidados, de cuidado sanitario caro, olvidadizo de quienes más lo necesitan; una sociedad que, con toda su riqueza, de una u otra forma, se las arregla para hacer de la vida algo desagradable, brutal y corto (de talla) [el autor se sirve de las palabras de Hobbes para describir el estado de naturaleza, de lucha de todos contra todos, y juega con el doble significado de short en inglés: "bajo" y "corto"; N.T.].